Los Estados Unidos han resentido al menos 10 mil muertes debido a la pandemia de coronavirus que crearon ya cuellos de botella en la industria funeraria del país y cambios que nadie sabe que tan permanentes serán en la forma de hacer los funerales.
“Esto se siente como tres años de funerales condensados en un mes”, dijo Patrick Kearns, un director de funerales en Queens, un barrio de Nueva York, citado por el diario electrónico Axios.
“Atrás quedaron los grandes funerales públicos y los velorios en funerarias llenas de dolientes que lloran y ríen, permanecen y recuerdan. En su lugar, en gran parte del país, hay visitas a funerarias solo para familias de 10 o menos, memoriales transmitidos en vivo y planes para reunirse cuando el mundo vuelva a la normalidad”, señaló por su parte el diario USAToday.
Igualmente, mientras en 1960 la cremación era menos del cuatro por ciento de los servicios funerales, ahora representa un 44 por ciento de los alrededor de 2.4 millones de servicios funerarios anuales.
Lo cierto es que mientras se prevé que el Covid-19 lleve a la pérdida de decenas de miles de vidas, quizá tantos como 240 mil, las morgues, las funerarias y los cementerios están rebasadas principalmente en aquellos puntos donde ahora la pandemia está en pleno ascenso o en su punto máximo.
Casas funerarias están abrumadas
Morgues y casas funerarias en las ciudades más afectadas por la pandemia están abrumadas con tres o cuatro veces más cuerpos de los que están construidos para contener.
De acuerdo con estadísticas oficiales y de la propia industria, es una actividad que genera alrededor de 20 mil millones de dólares anuales y tiene mas de 130 mil empleados.
Hay mas de 19 mil casas funerarias, así como 115 mil cementerios y mil 155 hornos crematorios.
Pero ahora las empresas funerarias deben lidiar con una pandemia que no solo provoca un número de muertos sino demanda mucho mayor privacidad.
Peor aún, hay preocupación también por la escasez de máscaras, vestidos y otros equipos de protección personal, ya que atienden los cuerpos de los muertos.
Igualmente, de acuerdo al menos con la propia prensa estadounidense, hay escasez ya de espacio en cámaras refrigeradas y empresas que rentan ese tipo de equipos comienzan a agotar su provisión.
